En pleno ejercicio de su autonomía, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) próximamente dará a conocer las directrices para mejorar la educación que reciben niñas, niños y adolescentes indígenas.
Por mandato constitucional, el INEE es responsable de emitir directrices orientadas a mejorar distintos aspectos de la educación del país. Éstas son recomendaciones para la autoridad educativa en los ámbitos federal y estatal, mismas que buscan apoyar el diseño e implementación de políticas encaminadas a garantizar el derecho a una educación de calidad para todos.
Para la construcción de las directrices que se presentarán, en próximos días, en beneficio de la niñez indígena, el INEE ha emprendido, desde 2014, tareas de consulta, análisis y evaluación de la acción pública en esta materia.
Estas directrices, si bien reconocen el importante esfuerzo realizado con la actual política educativa dirigida a la población indígena, subrayan también los desafíos que hay que atender para enfrentar el rezago educativo que presenta la población indígena, toda vez que más de 20 % de los niños indígenas de 3 a 17 años no asisten a la escuela, y 8 de cada 10 estudiantes que asisten a escuelas indígenas no obtienen los niveles de aprendizaje básicos en Lenguaje, Comunicación y Matemáticas, según cifras del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea).
Además, 19 de cada 100 indígenas no saben leer ni escribir, en comparación con los 6 de cada 100 habitantes a nivel nacional; en tanto, los que sí estudian alcanzan un promedio de escolaridad de 6 años, en comparación con los 9 años del promedio nacional.
De acuerdo con la evidencia que aportan las evaluaciones y la investigación educativa, una de las principales razones por las que los niños indígenas no permanecen en las escuelas es la falta de pertinencia de la educación que reciben. Más de 40 % de los docentes que los atienden no hablan su misma lengua. Además, de acuerdo con testimonios de los propios indígenas, la escuela y la comunidad persiguen a menudo fines y valores distintos.
Con el fin de disminuir las brechas entre la población indígena y la no indígena, es necesario que la primera reciba una educación que parta del reconocimiento de sus derechos y brinde absoluto respeto a su diversidad cultural, independientemente de la escuela a la que asista. Solo así será posible que la educación resulte apropiada para quienes la reciben y contribuya a mejorar su calidad de vida.
Las recomendaciones de política que emitirá próximamente el INEE reconocen la riqueza cultural de los pueblos indígenas, sus valores y sus derechos. Se espera que éstas nutran el debate en torno al nuevo modelo educativo que ha planeado la SEP y sean recuperadas en la definición de la estrategia a favor de la inclusión y la equidad educativa.
