¿Sirvieron los cursos? ¡No!

La Evaluación del Desempeño Docente aplicada en el 2015 estuvo plagada de errores de todo tipo que la descalificaron en automático: selección oscura ...
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La Evaluación del Desempeño Docente aplicada en el 2015 estuvo plagada de errores de todo tipo que la descalificaron en automático: selección oscura de los participantes, ninguna preparación previa, instrumentos que no constatan el desempeño docente, inconsistencias pedagógicas en cada etapa, fallas técnicas, amenazas de despido, muchas horas frente a un computador, transgresión flagrante del derecho humano a descansar en días inhábiles y violencia policíaca, fueron sólo algunas perlas que enmarcaron este cuestionado proceso.

Para los que por alguna causa obtuvieron un resultado insuficiente en la etapa de Expediente de Evidencias de Enseñanza (EEE), la SEP puso a su disposición varias opciones de Formación Continua para atender esa “área de oportunidad”.

Revisando la oferta formadora para un docente en dicha etapa, la SEP le informó que le propondría diversas Instituciones de Educación Superior para que se seleccionara la mejor. No fue así, sólo le apareció la UNAM como única opción. Se inscribió, creó una cuenta de correo educativa y se aprestó a tomar el curso.

La página de acceso al curso se denomina AVE, “Ambiente Virtual de Educación”, de la Facultad de Ciencias de la UNAM, y a través de un usuario y contraseña accedió a la plataforma del curso. La plataforma es producto del Proyecto Sakai, que varias universidades utilizan para sus programas educativos en línea. Sakai es engorrosa y difícil de dominar, genera confusión, mucha pérdida de tiempo y múltiples errores en el envío de los trabajos.

El curso, según una asesora del mismo, consta de 40 horas a cumplirse en 8 semanas de trabajo. Inició la semana siguiente de haber concluido el ciclo escolar pasado, en julio. Hoy, después de tres meses, todavía no puede acabar. Las razones esgrimidas por la asesora para explicar esta lentitud fueron que todavía se estaban inscribiendo y que algunos docentes estaban retrasados en sus tareas. Según pude apreciar, el curso se está armando sobre la marcha y están batallando para cuadrarlo. No les sale.

El curso muy bien pudo ser completado en las cuatro semanas del receso escolar, dos horas diarias, y así no interferir con el trabajo diario del docente que sabemos no es poco, sino todo lo contrario. Hoy los docentes que están tomando este curso no están cumpliendo satisfactoriamente ni en su escuela, ni en el curso. Lo más grave es que no saben cuándo van a concluirlo.

El curso divagó entre aprender a usar la plataforma Sakai, las competencias docentes en el uso de las TIC, el repaso de los indicadores sobre los parámetros del perfil docente que aborda el curso, cómo ser un participante activo en los cursos en línea, el estudio de los dos conceptos de la palabra “contexto”, la exploración de los 4 diferentes contextos: 2 externos y 2 internos, el enlace de todos ellos para lograr el aprendizaje esperado, el estudio de las investigaciones sobre cómo aprenden los niños la lengua, las matemáticas y las ciencias, el repaso sobre los principios de la enseñanza basada en evidencias y, por último, la elaboración de una presentación sobre qué es, cómo se organiza y qué aborda un Expediente de Evidencias de Enseñanza.

¿Este curso va a ayudar al docente a solventar adecuadamente la etapa de evaluación docente denominada “Expediente de Evidencias de Enseñanza”? Definitivamente no. ¿Por qué? Pues porque no se basó en los 12 enunciados guía que constituyen la base para la evaluación de dicha etapa.

Enunciados como cuáles son las características del desarrollo y aprendizaje de cada alumno en los diferentes grados y niveles escolares, cuáles aspectos de los diferentes contextos se relacionan realmente con su aprendizaje, cuáles son las diversas formas de incorporar los conocimientos previos para desarrollar las situaciones de aprendizaje en cada asignatura, cuáles son las maneras de considerar los retos cognitivos según cada enfoque didáctico, cuáles son las diferentes maneras de organizar el espacio áulico según cada asignatura, y cuáles son las actividades de aprendizaje más adecuadas según el enfoque didáctico de cada campo formativo o asignatura, no han sido abordados y ya no hay tiempo para hacerlo.

Para su ya próxima evaluación, cada docente que tomó este curso deberá tomar otro, uno creado por él mismo que responda a todos esos enunciados que quedaron pendientes. En otras palabras, tendrá que hacerse su propio traje a la medida. Prepárese porque el tiempo se acaba.

Notas finales

Cuatro fotos sobre trabajos de los alumnos no constituyen un expediente, ni tampoco son evidencias sobre la enseñanza del docente. Simplemente son muestras del trabajo de los alumnos.

“Evidencias de Enseñanza” son aquellas que muestran al docente haciendo precisamente eso: enseñando. Las principales son videos sobre diversas situaciones didácticas dirigidas por el docente. Se incorporan en un portafolio y éste se utiliza para solicitar empleo en alguna institución educativa de prestigio.

“Evidencias de Aprendizaje” son aquellas que se toman de los alumnos a los que focalizamos para mejorar su aprovechamiento. Muestran el progreso paulatino de su desempeño en determinado rubro. Se agrupan en expedientes individuales y se revisan en cada sesión del Consejo Técnico. Un expediente se cierra cuando se ha logrado el objetivo.

“Educación Basada en Evidencias” es la nueva modalidad que busca que los docentes utilicen estrategias exitosas probadas científica y empíricamente para mejorar el aprovechamiento escolar. Estas evidencias las recogen los investigadores de los maestros que las han utilizado y comprobado su efectividad. El nombre correcto sería “Educación Basada en Evidencias Científicas”. Se puede construir un catálogo de ellas.

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