Para cada escuela, el mejor calendario

Una de las transformaciones más importantes de la Reforma Educativa es la reorganización de las escuelas. El objetivo es que las comunidades escolares ...
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Una de las transformaciones más importantes de la Reforma Educativa es la reorganización de las escuelas. El objetivo es que las comunidades escolares funcionen con menos burocracia y con recursos propios, así como con autonomía para tomar sus propias decisiones.

En los recorridos que he realizado por diversas escuelas del país he podido comprobar, de primera mano, que flexibilizar el calendario es una de las medidas más urgentes para asegurarnos de que nuestros niños aprendan más y mejor. Por ejemplo, en ciertas zonas del país hay temporadas en las que se alcanzan temperaturas tan elevadas que generan condiciones adversas para el aprendizaje. Cada plantel es distinto y tiene diferentes necesidades.

Por ello, decidimos flexibilizar el calendario escolar para que cada comunidad pueda adecuarse a las exigencias de su entorno y, de esa manera, mejorar el aprendizaje de los alumnos. En ese sentido, el pasado 9 de mayo se publicaron, en el Diario Oficial de la Federación, las modificaciones a los artículos 13, 51 y 53 de la Ley General de Educación, después de que el Congreso de la Unión aprobara la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto.

Gracias a estos cambios, y a partir del ciclo escolar 2016-2017, las escuelas de educación básica podrán elegir si quieren mantener el calendario tradicional de 200 días, o si prefieren optar por el nuevo de 185 días, pero con jornadas más largas.

En cualquiera de los dos esquemas se deberá garantizar el mismo número de horas efectivas de clase al año, para cumplir a cabalidad con los planes y programas de estudio y así asegurarnos de que todos los niños y jóvenes reciban educación de calidad. Lo que estamos haciendo es dar a cada escuela la autonomía para que seleccione el calendario que más le conviene.

El pasado 25 de mayo publicamos en el Diario Oficial de la Federación, como cada año, el calendario oficial de la SEP. Sólo que en esta ocasión, además del de 200 días, también dimos a conocer uno nuevo de 185 días, con jornadas más largas. Como siempre, a partir de estos dos calendarios, las autoridades educativas de cada entidad podrán hacer ajustes de acuerdo a sus particularidades regionales.

No obstante, a diferencia de años anteriores, ahora las escuelas juegan un papel central en la toma de decisión. Cada comunidad escolar —director, maestros y padres de familia— decidirá cuál de las dos opciones responde mejor a sus necesidades: el calendario de 185 días o el de 200 días.

El viernes pasado se llevó a cabo la séptima sesión de los Consejos Técnicos Escolares en las escuelas del país, y los maestros y directivos recibieron toda la información, así como los requisitos y pasos a seguir si desean optar por el nuevo calendario de 185 días.

En primer lugar, con fecha límite del 6 de junio, el director y los maestros —es decir el Consejo Técnico Escolar— decidirán si prefieren el calendario de 185 o de 200 días. La elección deberá consultarse con los padres de familia, que componen el Consejo Escolar de Participación Social, a más tardar el próximo 13 de junio.

Si una escuela elige el calendario de 185 días, su supervisor de zona deberá corroborar que el plantel cuente con las condiciones físicas adecuadas, así como con el compromiso de todo el personal, para efectivamente incrementar la jornada y reponer el tiempo equivalente a 15 días, a lo largo del ciclo lectivo. Finalmente, las autoridades educativas de la entidad aprobarán, en su caso, la propuesta a más tardar el 1 de julio.

Una vez determinado qué calendario se usará para el ciclo 2016-2017, los maestros y los padres de familia deberán organizarse para difundirlo entre toda la comunidad, de tal suerte que para el último día de clases de este ciclo escolar —el 15 de julio— todos conozcan qué calendario operará regresando de las vacaciones de verano.

Por su parte, las autoridades locales publicarán una lista donde cualquier persona podrá consultar qué esquema eligió cada escuela de la entidad. Además, a lo largo del año, las autoridades y los Consejos Escolares de Participación Social vigilarán que el calendario se cumpla de manera efectiva, en beneficio de la educación de los alumnos.

El modelo de 185 días presenta ventajas que pueden resultar atractivas para muchas comunidades escolares. Además de responder a los imperativos climáticos o culturales de cada comunidad, las mejores prácticas internacionales demuestran que jornadas más amplias mejoran el aprendizaje de los alumnos. Asimismo, el calendario alternativo permite que los padres de familia cuenten con mayor flexibilidad para organizarse en beneficio de sus hijos y de su desarrollo profesional.

Invito a los maestros, directivos y padres de familia a que se acerquen a las autoridades y se informen para poder tomar la mejor decisión. En todos los casos, nuestro objetivo es uno solo: que todos los niños y jóvenes del país, sin excepción, reciban una educación de calidad que les permita conquistar sus metas y ser felices.

Fue publicado en Excélsior

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