La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) quiere que el sistema educativo regrese a la época de plazas vendidas, heredadas o entregadas en automático, a través de chantajes, violencia, desinformación y mentiras sobre falsos pagos que los padres tendrían que hacer, acusó la organización Mexicanos Primero.
En un comunicado de prensa, la ONG condenó que la CNTE busque regresar a los tiempos en donde los líderes manejaban los nombramientos y pagos de los maestros.
En tanto lanzó también una advertencia respecto a «descarado oportunismo» del SNTE que, desde la semana pasada, mantiene una negociación con la SEP para cambiar la implementación de la reforma educativa.
«Con un descarado oportunismo y nostalgia por el cogobierno con el que medraron en el pasado, ahora también la cúpula del SNTE quiere imponer sus términos»
Expresó su inquietud respecto al desdén al orden democrático, en virtud de la «ingenuidad, cinismo o ventaja política», de algunas fracciones de los partidos políticos que ven pertinente hacer cambios «a modo» en el sistema educativo.
En ese sentido manifestó contundente que la reforma educativa «no tiene dueño; no es de esta administración, es de México y para los mexicanos».
Y atajó que las problemáticas en materia educativa no se van a resolver desquiciando las leyes para satisfacer clientelas, sino con la corrección de algunos instrumentos incompletos y procesos que no rinden su fruto por omisión, negligencia o impericia en su implementación.
Por lo anterior, la organización que encabeza Claudio X. González, demandó a las autoridades responsabilizarse de la implementación transparente de la reforma y presentar una ruta de enmienda para las distorsiones más graves.
Del mismo modo que se garantice la entrega oportuna y equitativa de los beneficios establecidos en la reforma, esto es: el apoyo a la formación docente, los nombramientos y promociones ganados, los aumentos de horas y salario alcanzados, la regularización de infraestructura digna y la gratuidad comprobada de la escuela pública.
Por último exigió al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) que asuma su papel de máxima autoridad en materia de evaluación.
«La evaluación no sólo debe consistir en exámenes masivos e impersonales, sino incluir obligatoriamente observación en el aula, realizada por evaluadores certificados que sean maestros frente a grupo»
