Mientras que por un lado Aurelio Nuño lanza condenas contra el magisterio disidente que utiliza a niños en sus marchas contra la reforma educativa, por el otro campea autoritario en las escuelas lanzando amenazas de descuentos y despidos a los maestros que violen la ley docente en presencia de los escolares.
Pero no solo eso, ha hecho de las escuelas públicas su arena política favorita con el pleito que carga contra Andrés Manuel López Obrador, así como exhibir cual presea el encarcelamiento de los líderes de la Coordinadora.
Claro está que el Secretario Nuño no llega a las escuelas a desarrollar una clase modelo de civismo..¡claro que no!
Llega tirarle lodo a sus adversarios políticos, lo cual «es gravísimo y lamentable» y demuestra no sólo su peculiar hipocresía; sino su infamia y su barbarie.
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