Rimbombante y colorido respaldo (amarillo, negro, azul, verde, blanco y rojo) ha recibido la iniciativa de reforma educativa del Presidente Enrique Peña Nieto.
Los detractores del SNTE celebraron ufanos el “arrebato” de la educación a la líder del magisterio Elba Esther Gordillo Morales, sin embargo, el escenario parece bastante confuso.
Confuso porque los indicios señalan que el llamado “quinazo del siglo XXI” contó con el aval de la Maestra tras reunirse con el Peña Nieto.
Ajustados los términos y condiciones la reforma fue presentada. Llegaron entonces los discursos donde la consigna principal fue la recuperación de la Rectoría del Estado en materia educativa (por lo menos estamos ciertos de que hubo honestidad).
De los duros, Jesús Zambrano líder del PRD que acusó el secuestro del ha sido objeto la educación del País. Sentenció además que la reforma despojará a la “camarilla” el tentador «botín educativo».
Pero ojo, ahí está el detalle. Las manos silenciosas de las ONG´s disfrazadas de ciudadanas pro educación, respaldan la iniciativa de reforma .
Y es que tras bambalinas existe un grupo sigiloso de empresarios patrocinados por Televisa. A ese grupo -que también es una camarilla- no hay que quitarle la vista.
Ellos también son impulsores de la iniciativa de reforma porque su agenda está bien expresada en el contenido de la misma.
En ese sentido el riesgo de que, dado el primer paso el segundo sea que ellos determinen el rumbo del sector educativo para ajustarlo a sus muy particulares intereses.
Eso damas y caballeros, significaría que el botín educativo estaría cambiando solamente de “camarilla”.